PUNTOS DE OBSERVACIÓN: DEL MIEDO Y OTRAS LOCURAS
CECILIA DOGER AMADOR.
“El mayor logro de la humanidad no son sus obras de arte, ni sus trabajos de ciencia o tecnología, si no el reconocimiento de su propia disfunción, su propia locura”
EckhartTolle
Cada día millones de personas competentes y bien intencionadas realizan sus trabajos, médicos, enfermeros, auxiliares, oficinistas, camilleros y personal de hospital, miles de personas más trabajan en laboratorios de investigación, en busca de la llamada cura, tratamiento o vacuna de esta nueva enfermedad y de otras que día a día nos sorprenden debido a la capacidad mutante de los virus y bacterias que evolucionan ante las nuevas condiciones de vida, clima y demás factores que existen en un mundo cambiante, y que llegan a desestabilizar regímenes y paradigmas, Y a pesar de los esfuerzos el sistema de salud hoy se muestra inoperante poniendo en jaque a todas las almas que día a día libran esta batalla.
El covid-19 llegó para poner en tela de juicio la efectividad de los sistemas sanitarios incluso los más costosos, en especial en el primer mundo, como si fuera la imagen de un mundo que desde sus raíces se restructura y reconfigura, un mundo enfermo que hoy tiene su expresión máxima en la salud, un mundo que basó su desarrollo en la materialidad, ejemplo básico es el hecho de que la sanidad se ha convertido en un gran negocio en el que se gana dinero, mucho dinero y no en balde parece que la guerra económica que vive hoy el mundo está centrada en decidir quién será el laboratorio que encuentre una vacuna efectiva para la enfermedad del año.
Un sistema en donde las que mandan son las ganancias y el dinero más allá de la humanidad y lo podemos ver reflejado en la cantidad de muertos y la posibilidad de enfrentar una pandemia en un país pobre donde el ingreso per cápita no permite a la población la atención de la enfermedad en hospitales que cuentan con los medios para la atención óptima de pacientes con covid-19 y el confinamiento que proponen los expertos mundiales en la salud.
No vayamos muy lejos el gran negocio que se hace a través de la venta de fármacos a gobiernos a precios exorbitantes que generan la quiebra del mismo sistema, siendo tan solo un reciclado de los fármacos prexistentes, sin que la inversión en investigación y desarrollo haya realmente dado a luz nuevas formas de tratar no solo el COVID-19, si no las enfermedades que matan sociedades, como el cáncer, la diabetes y muchas enfermedades que generan una codependencia en el consumo continuo del fármaco para garantizar el “alargamiento de la vida de un ser humano”, sin buscar la solución de raíz, pues esto garantiza la vitalidad del sistema.
Las grandes farmacéuticas dirigen y gestionan las enfermedades en esta sociedad dormida, según Bruce Lipton las empresas farmacológicas se ha encargado de crear nuevas dolencias, que generen dependencia a ciertas sustancias y que influyen de manera determinante en el funcionamiento del sistema inmune en nuestra biología natural.
Además de agregarnos nuevas dependencias y la sobresaturación de nuestros sistemas sanitarios por trastornos recientemente establecidos, se refuerza la idea mercadotécnica de que somos altamente vulnerables y débiles, totalmente dependiente de los fármacos, de vacunas y dejamos a un lado miles de años de evolución del ser humano.
Claro si mantenemos una sociedad enferma de raíz, dependiente de fármacos, alejados del sentido común y de lo que da vida al hombre…… es natural que la llegada de cualquier pandemia nos coloque en jaque, sin embargo ¿Cómo procesamos la crisis? como la oportunidad de liberarnos o de seguir aún más esclavos.
Podríamos empezar por cuestionarnos ¿En qué momento cedimos nuestra libertad al manejo mediático del miedo y nos olvidamos de nuestra capacidad supervivencia natural?¿Dónde están los avances científicos que refuerzan la creencia de que somos unas máquinas perfectas? ¿Y todos esos grandes avances que desvinculan la salud del exceso de ganancias?
De ahí que parece que lentamente estamos siendo programados para ser totalmente dependientes y olvidar nuestra realidad, además programados desde el sentido de la culpabilidad al utilizar el covid-19 como un arma de separación y discriminación.Quienes se dedican al negocio de manipularnos comprenden que para aceptar vivir en el miedo, nos deben alejar de nuestra bondad natural, de nuestro deseo de conectar con cada ser humano y sobre todo lograr que nos olvidemos de nuestro poder, ese que solo el ser humano tiene, de reconfigurar el mundo y ver este mundo como una nueva ventana, una reconfiguración del mismo, en definitiva es momento de cambiar de paradigma y dejar atrás esa creencia que nos esclaviza en donde el dinero y las ganancias son las que mandan.
Y hacer ese gran salto cuántico y observar nuestra propia locura ……………..
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