Un burrito llamado Tribilín se convirtió en protagonista de una singular sesión fotográfica realizada en distintos puntos emblemáticos de la Ciudad de México, imágenes que rápidamente llamaron la atención por su originalidad y mensaje de fondo.
Las fotografías forman parte de una iniciativa para visibilizar la situación de los burros en México y promover el proyecto de rescate encabezado por el santuario Burrolandia, una organización dedicada a la protección de esta especie tradicionalmente vinculada al trabajo rural.
Burrolandia se localiza en las inmediaciones de la capital del país y actualmente brinda refugio a más de 80 burritos, muchos de ellos rescatados tras haber sufrido maltrato, explotación o abandono.
A través de este proyecto visual, los responsables del santuario buscan generar conciencia sobre la importancia de preservar y dignificar la vida de los burros, animales que con el paso del tiempo han quedado en el olvido, pese a su valor histórico y cultural.
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