«AMÁNDOME» POR EMMANUEL MELCHOR GEMINIANO
El querer vivir una vida en libertad, sin los miedos y las violencias arraigadas en la heteronorma hegemónica, sin ningún prejuicio y que la única bandera sea el amor, cuesta demasiado para las personas LGBT, estás mismas palabras resonaron esta semana con el deportista Jakub Jankto, quien declaró “soy homosexual y ya no quiero esconderme”.
Claro, estamos forjando el ser la generación que comprendió que disfrutar nuestra sexualidad no está prohibido, pero debemos tener responsabilidad afectiva, que el tener pareja NO es sinónimo de éxito personal, que el divorciarse o separarse no es un fracaso y que el ir a terapia no es para locos o tan simple que por amor se aguantaba todo.
Justo reflexiona sobre un tweet de Alex Toledo, donde sin duda existe demasiada razón, “¿Se han dado cuenta que nuestras relaciones más estables en la vida muy pocas veces son con personas? Son con las cosas, ejemplo: años con el mismo número telefónico, por comodidad años en el mismo trabajo, con el mismo correo, con esos tupper y ese suéter.”
¿Que sorprendente no? Hoy no hablemos de política, hablemos sobre esas relaciones estables que deben de existir en nuestro día a día, la primera sin duda debe de ser con uno mismo, tengamos claro y aprendamos a normalizar ser nuestra prioridad, con ello seremos capaces de forjar vínculos interpersonales sanos y genuinos.
Si, es válido lo que dice Miley Cyrus, podemos comprarnos flores, podemos escribir nuestro nombre en la arena y hablar con nosotros mismos; porque el amor romántico, el cual durante el paso de generaciones estuvo arraigado en los estereotipos de la sociedad, nos obligó a creer y a perpetuar ideas patriarcales, capitalistas y desiguales, mitos muy profundos, como por ejemplo el creer que toda persona merece una media naranja para estar completa, la idea de que el amor todo lo puede, todo lo supera, todo lo perdona; el creer que la realización de una persona es crear una familia o que para una mujer el estar soltera representa que “ya se quedó” y para un hombre se somete al criterio publico sus preferencias sexuales.
Desde mi perspectiva les podría decir que estos últimos meses he superado cosas que me han destrozado por dentro, pero aquí estoy, de pie amándome, conociéndome y conquistándome, las ganas de amar son conmigo mismo; estoy aprendiendo y les puedo compartir que nunca se olviden qué existe un amor que siempre tiene que ser prioridad, y es el amor propio, ya el amor de pareja vendrá cuando el camino esté listo.
Agradezco a Domingo 7Th por este espacio como columnista; aprovecho esta oportunidad para sincerarme públicamente y decir gracias por estar y ayudarme a salvarme a Nidya, Mariana, Meli, Ingrid, Diana, Liz, La Mala, Alberto, Santiago; Milton gracias por impulsarme como gym partner, a Yaaj (específicamente Adrián, Fer y Ale) por estar al día siguiente, por sus palabras, tiempo y momentos, por esos cafés con Andrea, por esos mensajes sin importa la hora con Xitla, Grey aun con la distancias has estado presente, a mi nutriólogo por creer en mí, a la familia, en especial a mi primo/hermano que ha estado ayudándome como siempre a levantarme.
Sin duda todo pasa y pasará, sigamos aprendiendo a desmitificar el amor romántico.
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